Principales patologías del órgano de la visión
En este apartado se detallan las principales patologías del órgano de la visión así como su sintomatología y posibles líneas de tratamiento.
Visión borrosa
Se trata del síntoma más común en las consultas oftalmológicas. Todas las patologías dentro de este grupo convergen en la sensación de visión no nítida de la persona. Por lo general, sus causas suelen ser 4, a saber:
Opacidad de las estructuras que normalmente son transparente.
Anomalías de la retina.
Anomalías del nervio óptico.
Errores de refracción.
Las patologías más comunes en la visión borrosa suelen ser 4, a saber:
En los errores de refracción, los músculos ciliares ajustan incorrectamente la forma del cristalino, logrando que el punto focal no quede fijado sobre la retina y produciendo un desajuste en la visión que conlleva una visión borrosa. Atendiendo al lugar del punto focal podemos distinguir 4 tipos:
Miopía: Definida como: “Pérdida de la agudeza visual a larga distancia”. En este contexto, la córnea de la persona presenta demasiada curvatura o la longitud del ojo es excesiva; teniendo como consecuencia que el punto focal del ojo quede por delante de la retina.
Hipermetropía: Definida como: “Pérdida de la agudeza visual a corta distancia”. En este contexto, la córnea de la persona presenta poca curvatura o la longitud del ojo es demasiado corta; teniendo como consecuencia que el punto focal del ojo quede por detrás de la retina.
Astigmatismo: Definida cómo: “Pérdida de la agudeza visual independiente me de la distancia”. En este contexto, la córnea o el cristalino no presenta una curvatura clara; teniendo como consecuencia que el punto focal de ojo quede en cualquier posición (tanto delante como detrás de la retina).
Presbicia: Definida cómo: “Pérdida de la agudeza visual debido a la disminución de la capacidad acomodativa de la córnea”. En este contexto, el ojo pierde su capacidad para cambiar de curvatura la retina, teniendo como consecuencia una dificultad para alternar entre agudeza visual a larga y corta distancia. Esta situación generalmente se da con el envejecimiento de la persona.
Finalmente, podemos encontrar la Anisometropía; definida como: “Diferencia de agudeza visual percibida entre ambos ojos”. En este contexto, cuando la diferencia entre ojos es excesiva, puede dificultar la creación de imágenes única conllevando a una visión doble.
Signos y síntomas
Las consecuencias generales de los distintos problemas de agudeza visual son la cefalea, la visión borrosa y la fatiga ocular (picos y/o cansancio de ojos), debido al esfuerzo que realiza la persona para compensar dicha capacidad de agudeza visual.
Corrección y/o tratamiento
Por lo general, la pérdida de agudeza visual es corregida a través del uso de lentes correctoras. La miopía y la hipermetropía son corregidas a través de lentes esféricas:
Miopía: Se corrige a través de lentes cóncavas.
Hipermetropía: Se corrige a través de lentes convexas.
Por otro lado, el astigmatismo es corregido a través de lentes esféricas.
En la actualidad, encontramos otros tratamientos como es la cirugía refractaria a través de cirugía láser, aunque se deben cumplir ciertas condiciones para ser candidato a dicha cirugía como no encontrarse con una enfermedad ocular activa (como el ojo seco), no tener enfermedades autoinmunes o uso de ciertos fármacos (isotretinoína o amiodarona).
En la degeneración macular asociada a la edad, existe una atrofia progresiva e irreversible de la macula. La edad es la principal causa de la patología, aunque se han asociado factores como son: Tabaquismo, Hipertensión, Obesidad, Exposición al sol, Enfermedades cardiovasculares, Antecedentes familiares, Variantes genéticas, Dieta pobre en ácidos grasos…
Podemos encontrar dos formas distintas de la patología:
- Seco: Forma no exudativa de la patología, la más común. Provoca cambios en el epitelio pigmentario de la retina (vistas como áreas oscuras). Estos cambios interfieren con los conos y los bastones de la retina.
- Húmeda: Forma exudativa de la patología, menos común pero mas grave. Provoca la creación de nuevos vasos sanguíneos anormales en la retina, sobre-elevándola y pudiendo producir un desprendimiento de dicha zona elevada.
Signos y síntomas
La degeneración macular asociada a la edad seca comienza con visión borrosa que se produce de forma lenta y degenerativa. Durante largos periodos de tiempo, al inicio de la patología, la persona apenas tiene síntomas. Los puntos ciegos (patología afectada) suelen aparecer de forma tardía y, dependiendo de su ubicación, pueden ser graves.
Sin embargo, la degeneración macular asociada a la edad exudativa comienza con una rápida pérdida de la visión (días o semanas). El primer síntoma suele ser un punto ciego o curvatura de líneas rectas. Por lo general, la visión periférica o la visión de colores se ve afectada. Si no es tratada, puede conllevar a la ceguera del ojo afectado.
El diagnóstico suele realizarse con un examen del fondo de ojo, angiografía con fluorescencia o tomografía de coherencia óptica. El uso de la rejilla de Amsler puede resultar de ayuda para el cribado de la patología.
Corrección y/o tratamiento
En general, se suele realizar un tratamiento de suplementos dietéticos para el tratamiento de ambas formas de la patología (Óxido de cinc, cobre, vitamina C, vitamina E, luteína). A su vez, para la degeneración macular asociada a la edad exudativa pueden realizarse inyección intravítrea de antifactor de crecimiento endotelial capilar para frenar el crecimiento de los nuevos vasos sanguíneos. Finalmente, se realiza un tratamiento sintomático de la patología.
En la actualidad se disponen además de ciertos tratamientos nuevos que pueden mantener el tejido retiniano (no han demostrado efectividad en el mantenimiento de la visión) en la forma seca de la enfermedad: pegcetacoplan intravítreo y avacincaptad pegol intravítreo.
La catarata representa la principal causa de ceguera en el mundo. Las principales causas que se asocian a la patología son: la edad, tabaquismo, traumatismo ocular, alcohol, exposición a rayos X / infrarrojos / ultravioleta, enfermedades sistémicas (diabetes), uveítis, desnutrición o distintos fármacos (corticoides). Se conoce como una opacidad del cristalino en cualquiera de sus regiones:
- Núcleo central del cristalino.
- Zona posterior del cristalino.
- Laterales del cristalino.
Signos y síntomas
El desarrollo de la patología se produce de forma gradual; comenzado con síntomas leves (deslumbramientos, necesidad mayor de luz para ver, problemas para distinguir el color negro del azul). Finalmente, cuando la patología se encuentra más avanzada, se produce una visión borrosa y, a veces, sensación fantasmal.
El diagnóstico suele realizarse valorando el cristalino a través de oftalmoscopia directa y lampara de hendidura.
Corrección y/o tratamiento
Aunque el uso de lentes correctoras pueden ser útiles para paliar ciertos síntomas de la patología, por lo general, el tratamiento de la catara suele ser quirúrgico.
La extracción quirúrgica de la catara se realiza a través de anestésico local administrado de forma tópica y bajo sedación leve de la persona. Existen 3 formas de extracción, a saber:
- Extracción intracapsular: Se extrae la catara y la capsula del cristalino intacto (rara vez)
- Extracción extracapsular:Se extrae el núcleo central de la catara y, posteriormente, se extrae las piezas blandas.
- Facoemulsificador: Se extrae el núcleo central de la catarata disolviéndolo a través de ultrasonido y, posteriormente se extraen las piezas pequeñas. Técnica indicada debido a su mínimo intervencionismo.
Tras la extracción del cristalino y la catara se realiza la implantación de un cristalino protésico colocado sobre la cápsula del cristalino original.
La retinopatía diabética representa una gran causa de ceguera en adultos jóvenes. El grado de retinopatía suele depender de los años desde que se instauró la diabetes, los niveles de glucemia en sangre y la hipertensión arterial. Dentro de la retinopatía diabética encontramos 2 tipos, a saber:
- Retinopatía no proliferativa: La primera manifestación de la enfermedad, produciendo problemas vasculares.
- Retinopatía proliferativa: Producidas tras la retinopatía no proliferativa, generan nuevo neovasos que pueden causar desprendimiento de retina y hemorragia vítrea.
Signos y síntomas
En la retinopatía diabética no proliferativa, durante sus etapas iniciales, las personas pueden no parecer ninguna sintomatología. A medida que la patología avanza, comienzan la visión borrosa acompañada de:
- Microaneurismas.
- Hemorragias.
- Edema macular.
- Dilatación venosa.
En la retinopatía diabética proliferativa, las personas experimentas la presencia de moscas volantes, destelleos de luz en el campo visual y pérdida indolora de la visión de forma aguda. En la oftalmoscopia se observa edema macular y hemorragia.
Corrección y/o tratamiento
El tratamiento de la retinopatía diabética conlleva el control de la enfermedad de base; es decir, la diabetes y la hipertensión arterial. A su vez, el edema macular puede ser tratado con inyecciones intraoculares de fármacos anti-VEGF. En casos aislado de retinopatía diabética no proliferativa y generalmente en la retinopatía diabetica proliferactiva puede hacerse uso de fotocoagluación laser para su tratamiento. Finalmente, la vitrectomia puede resultar útil en ciertos cuadros como son:
- Hemorragia persistente del humor vítreo.
- Formas extensas de membranas prerretinianas.
- Desprendimiento de retina por tracción.
- Edema macular diabético persistente al tratamiento.
Pérdida de agudeza visual
Todas las patologías dentro de este grupo convergen en la pérdida de la capacidad de la persona para poder ver. Por lo general, sus causas suelen ser 3, a saber:
Opacidad de las estructuras que normalmente son transparentes.
Anomalías de la retina.
Anomalías que afectan al nervio óptico.
Las patologías más comunes en la pérdida de agudeza visual son:
La patología del Glaucoma representa una de las principales causa de ceguera a nivel mundial. El Glaucoma se conoce como la incapacidad del ojo de realizar un correcto drenaje del humo vítreo a través del malla trabecular y del canal de Schlemm, ocasionando su estancamiento dentro del ojo. Podemos clasificar 2 tipos de glaucoma, a saber:
- Glaucoma de ángulo abierto: El angulo de drenaje continua abierto pero es insuficiente para el drenaje constante del humor acuoso. En esta situación, la presión intraocular puede encontrarse elevada o en parámetros normales.
- Glaucoma de ángulo cerrado: El angulo de drenaje se encuentra ocluido haciendo imposible el drenaje del humor vítreo. Durante esta situación la presión intraocular se encuentra elevada, produciendo una marcada sintomatología. Dentro del glaucoma de ángulo cerrado podemos encontrar: Glaucoma agudo de angulo estrecho (emergencia), Glaucoma por cierre angular intermitente (se resuelve espontáneamente al cabo de unas horas), glaucoma por cierre angular crónico (El cierre se desarrolla lentamente, produciendo cicatrices).
Signos y síntomas
La sintomatología del glaucoma de ángulo abierto suele ser escasa en los estadios incipientes de la enfermedad. El síntoma más claro suele ser la pérdida de la agudeza visual cuando el nervio óptico se encuentra dañado. El diagnóstico se realiza valorando tanto la presión intraocular como las características del nervio óptico.
La sintomatología del glaucoma de ángulo cerrado suele ser florida: dolor intenso, enrojecimiento del ojo, pérdida de agudeza visual, malestar, cefalea, visión de halos…El diagnóstico se realiza valorando tanto la presión intraocular como las características del nervio óptico. Si el glaucoma de ángulo cerrado es crónico, el diagnóstico se puede realizar mediante gonioscopia que muestra sinequias anteriores periféricas y anomalías.
Corrección y/o tratamiento
En cuanto al tratamiento del glaucoma de ángulo abierto existen vías de actuación tanto a través de farmacología como a través de cirugía. En lo que se refiere al tratamiento médico encontramos fármacos como análogos de prostaglandinas, seguidos por beta-bloqueantes (sobre todo timolol) administrados en forma de gotas. En lo que se refiere al tratamiento mediante cirugía encontramos trabeculoplastia con láser, los procedimientos filtrantes protegidos y los procedimientos que solo promueven una porción de la vía de drenaje.
En cuanto al tratamiento del glaucoma de ángulo cerrado se refiere, si este es de forma aguda se debe administrar de forma inmediata gotas de timolol, pilocarpina y brimonidina, acetazolamida por vía oral y un agente osmótico sistémico. Tras ello, se debe realizar cirugía iridotomía periférica con láser para abrir un nuevo drenaje. En el glaucoma de ángulo cerrado de forma crónica, se suele seguir el mismo procedimiento que en el agudo pero la cirugía suele estar reservada si el oftalmologo considera que puede frenar el avance de la patología.
La patología del desprendimiento de retina se conoce una pérdida en la solución en la integridad de le retina del paciente que causa. Existen 3 tipos de desprendimientos en función de la causa del desprendimiento, a saber:
- Regmatógeno: Rotura de la retina. Los factores principales de este tipo de desprendimiento de retina son: Miopía, Cirugía de cataras previa, traumatismo ocular, degeneración de la retina enrojado y antecedentes familiares.
- Tracción. Los factores principales de este tipo de desprendimiento de retina son: retinopatía diabética proliferativa.
- Seroso: Exudativo. Los factores principales de este tipo de desprendimiento de retina son: uveítis grave, sobre todo en la enfermedad de Vogt-Koyanagi-Harada, los hemangiomas coroideos y los cánceres coroideos primarios o metastásicos.
Signos y síntomas
La patología de desprendimiento de retina no suele generar dolor. Se produce un aumento de moscas volantes y destellos. A medida que la patología progresa la persona puede notar un velo gris en la visión y pérdida de la agudeza visual.
Corrección y/o tratamiento
El tratamiento del desprendimiento de retina se realiza de forma quirúrgica a través de sellado de los desgarros retinianos, indentación escleral, retropexia neumática, vitrectomía
Patologías inflamatorias y/o infecciosas del ojo
Las células del ojo deben hidratarse para mantener su integridad. Si, por alguna razón, este flujo de hidratación se interrumpe o es insuficiente se produce daño e inflamación sobre la superficie del ojo. Atendiendo a este criterio encontramos dos tipo de Xeroftalmia:
- Por deficiencia de lágrima acuosa que cubra la superficie total del ojo debido al volumen inadecuado de lagrimal.
- Por evaporación de la lágrima debido a mala calidad del lagrimal.
La forma más común de la patología se produce por la evaporación demasiado rápida de la lágrima, siendo la deficiencia de lágrima acuosa una condición idiopática generalmente aislada en mujeres posmenopausicas. A su vez, existen ciertos condicionantes que pueden desencadenar o empeorar la patología como son: parpadeo insuficiente (cierre parcial de ojos durante la noche o enfermedad de parkinson) o ciertos fármados como diuréticos, anticolinérgicos, antidepresivos, isotretinoína, antiandrógenos…
Signos y síntomas
Por lo general, las personas refieren molestias en los ojos, sensación de arenilla o cuerpo extraño. A su vez, es común un dolor punzante agudo, cansancio, fatiga y visión borrosa. En general, el malestar aumenta los días de calor y secos.
El diagnóstico de la patología se realiza de forma empírica por sospecha de signos y/o síntomas y a través de pruebas que determinar la cantidad y calidad del lagrimal. Para ello contamos con las siguiente pruebas, a saber:
- Prueba de Schirmer: Valora la producción de cantidad normal de lagrimal. Para ello se coloca una tira de papel de filtro en el párpado inferior del ojo. Si tras 5 minutos y 2 pruebas la humidificación de la tira en inferior a 5.5 mm la persona tiene una insuficiente producción de lagrima. -Tiempo de rotura lagrimal: Valora la calidad de lágrima producido.
- Prueba de la fragmentación lagrimar: Valora la calidad de la lágrima. Para ello, se visualiza la película lagrimal bajo luz de cobalto con lámpara de hendidura. Posteriormente la persona parpadea para regenerar la lágrima completa y mantiene los ojos abiertos. Se espera hasta observar el primer punto seco. Si este punto seco aparece en un tiempo menor a 10 segundos se considera una calidad de lágrima insuficiente y evaporación.
Corrección y/o tratamiento
En general, el tratamiento de la patología pasa por el uso de gotas lagrimales artificiales de por vida. Para la producida por lagrima insuficiente puede bastar con gotas de baja viscosidad pero para la mala calidad de la lágrima se hace necesario el uso de gotas de alta viscosidad. A su vez, existen ciertas líneas terapeúticas como son el uso de vareniciclina, un aerosol nasal que ayuda al aumento de la producción de lágrimas.
La conjuntivitis se trata de la inflamación de la conjuntiva del ojo asociado generalmente a una infección viral o bacteriana, por un agente alergénico o por la presencia de un cuerpo extraño. Esta patología generalmente suele ser aguda.
Signos y síntomas
En general, la persona suele tener lagrimeo excesivo y secreciones debido a la dilatación vascular. El prurito, la secreción acuosa, la quemosis y la hiperplasia papilar son predominantes en la conjuntivitis alérgica. La irritación ocular, sensación de cuerpo extraño es predominante en la conjuntivitis viral y la secreción purulenta es predominante en la conjuntivitis bacteriana.
El diagnóstico de la conjuntivis suele ser clínico en base a la anamnesis de la persona. A su vez, se realiza una valoración de la córnea mediante lámpara de hendidura y valoración de la presión intraocular para destacar el Glaucoma. A su vez, si se sospecha de infección el cultivo de la secreciones puede estar indicada.
Corrección y/o tratamiento
Se deben realizar lavados de las secreciones. Los ojos deben permanecer sin tapar. Es posible la aplicación de compresas frías para calmar el dolor y el prurito. El uso de antibiotícos de forma local y/o sistémicos está indicado según la bacteria aislada bajo cultivo. La conjuntivitis vírica suele ser autolimitada. Finalmente, la conjuntivitis alérgica se trata con antihistaminicos tópicos, antiinflamatorios no esteroideos o estabilizadores de los mastocitos.
Los niños con conjuntivitis deben evitar ir a la escuela debido a la facilidad de contagio de la conjuntivitis infecciosa.
La patología de la uveítis se define como la inflamación del tracto uveal del ojo causado, generalmente, de forma idiopática. Entramos distintas uveítis según su origen anatómico:
- Anterior: Originada en la capa anterior, suele compremete el iris.
- Intermedia: Originada en el vítreo y en la parte plana.
- Posterior: Originada tanto en la capa posterior. Cualquier retinitis, coroiditis o inflamación de la papila óptica son de este tipo.
- Panuveítis: Inflamación que involucra a estructuras ubicadas de forma anterior, intermedias y posteriores.
Las principales causas de la uveítis depende de la estructura o estructuras afectada. Así, en la uveítis anterior encontramos causas como traumatismo, artritis idiopática juvenil o infección por el virus del herpes simple entre otras. En la uveítis intermedia encontramos causas como la esclerosis múltiple, sarcoidosis, tuberculosis, sífilis o la enfermedad de lyme entre otras. En la uveítis posterior encontramos causas como la toxoplasmosis, sífilis o tuberculosis entre otras. En la panuveítis encontramos causas como la sífilis, tuberculosis o el síndrome de Vogt-koynagi-Harada (VKH). A su vez, alguno fármacos como los quimioterápicos pueden causar uveítis aunque suele ser raro. Finalmente, aunque no se ha comentado, la causa más común de la uveítis es idiopática.
Signos y síntomas
En cuanto a la sintomatología de la uveitis, ésta suele ser variante. En la uveítis anterior el dolor, enrojecimiento, fotofobia y la disminución de la visión suele estar presente. En la uveítis intermedia se suelen manisfestar un aumento repentino de la miodesopsias (moscas volantes) y disminución de la visión. En la uveítis posterior se suelen manifestar células en el humor vítro, lesiones blancas o amarillentas en la retina, vasculitis retiniana y edema de la papila. Finalmente, la panuveítis puede producir una combinación de las sintomatologías citadas anteriormente.
Las complicaciones de la uveítis más frecuentes suelen ser las cataratas, el edema macular cistoide, glaucoma, despredimiento de retina, queratina en banda, hipotonía y neovascularización de la retina. En algunas situaciones puede producirse perdida grave y/o irreversible de la visión.
Por lo general, el diagnóstico se realiza a través de lámpara de hendidura y oftalmoscopia después de la dilatación pupilar. El dolor en el ojo afectado si se estimula el ojo NO AFECTADO suele ser un síntoma característico de la uveítis anterior (al contrario que la conjuntivitis que no suele tener este síntoma). Ante la sospecha de uveítis de la persona se debe realizar un análisis oftalmoscopio completo
Corrección y/o tratamiento
El tratamiento de la uveítis se realiza a través de administración tópica y/o intraocular de corticoides asociados a agentes ciclopléjico-midriático entre 2 y 4 veces al día. En casos más graves el tratamiento puede ser concominado con corticoides sistémicos y farmacos inmunosupresores, así como el tratamiento quirúrgico mediante fototerapia laser.
La patología de la blefaritis se conoce como la inflamación de los bordes palpebrales del ojo. Ésta puede ser tanto aguda como crónica:
- Blefaritis aguda: La Blefaritis aguda suele cursar de forma ulcerativa producida por la infección, generalmente, de bacterias. A su vez, en su forma aguda encontramos la blefaritis no ulcerativa causada, generalmente, por una reaccción alérgica.
- Blefaritis crónica: La Blefaritis crónica es de origen idiopático. Una posible explicación disfunción de las glándulas de Meibomio, que obstruyen los conductos con tapones duros y secos produciendo dicha inflamación. Debido a esto, una gran mayoría de los pacientes con Blefaritis crónica suelen presentar conjuntivitis seca.
Signos y síntomas
Por lo general, los síntomas de la blefaritis cursan con prurito, ardor, irritación y lagrimeo. El prurito es más común en la blefaritis aguda ocasionada por reacción alérgica.
En cuanto a la blefaritis aguda, ésta cursa con pústulas en los folículos de las pestañas que al abrirse, se generan úlceras marginales. Estas úlceras, con el tiempo, causan cicatrices.
En cuanto a la blefaritis crónica, se pueden observar las glándulas dilatadas y taponadas (pudiendo exprimir secreción de cera).
Finalmente, el diagnóstico de la blefaritis se diagnostica haciendo uso de lámpara de hendidura.
Corrección y/o tratamiento
En la blefaritis aguda ulcerativa el tratamiento de elección son antibióticos o antivirales de forma tópica. En la blefaritis aguda no ulcerativa el tratamiento de elección es la eliminación del agente causando unido al uso de compresas frías y el uso de corticoides tópicos si el edema persiste más de 24 horas.
En la blefaritis crónica el tratamiento de elección consiste en higienidad los párpados haciendo uso de compresas calientes para derretir los tapones. A su vez, se hace uso de gotas oculares para una mayor limpieza.
La patología del orzuelo se conoce como una inflamación del párpado, siendo por lo general, aguda y localizada en un solo punto. Generalmente, el orzuelo ocurre por la obstrucción y/o infección del folículo de la pestaña. Ésta obstrucción y/o infección puede ocurrir tanto dentro (orzuelo interno) como fuera (orzuelo externo).
Signos y síntomas
Por lo general, el orzuelo se presenta con dolor, sensación de cuerpo extraño y fotofóbia. Si la infección es grave, puede aparecer a su vez fiebre. El diagnóstico del orzuelo es empírico y mediante exploración directa. Se observa una protuberancia en el párpado que habitualmente se asocia con una pústula que se abre al de unos días.
Corrección y/o tratamiento
El tratamiento del orzuelo es sintomático. Si existe mucho dolor y fiebre puede ir acompañado de antibióticos tópicos para el orzuelo externo y drenaje de la postula. Para el orzuelo interno se hace uso de antibióticos sistémicos.
La patología del chalazión se conoce como una oclusión de una de las glándulas de Meibomo, produciendo que las sustancia lipídicas acaben en las partes blandas del párpado produciendo irritación.
Signos y síntomas
Generalmente, encontramos una inflamación del párpado que puede llegar incluso a producir el cierre total del ojo. El diagnóstico del chalazación se realiza de forma empírica.
Correción y/o tratamiento
Uso de compresas calientes. En ocasiones se realiza drenaje y curetaje así como la administración de corticoides tópicos.
La patología de la queratitis se conoce como la inflamación de la córnea. Esta puede estar inflamada por diversas razones. Entre ellas encontramos:
- Queratitis por herpes simples: Producida por la reactivación del virus herpes simple.
- Queratitis intersticial: Inflamación crónica y no ulcerosa de las capas medias de la córnea.
- Queratitis ulcerativa periférica: Inflamación no ulcerativa de la córnea que aparece por enfermedades reumáticas sistémicas crónicas.
- Queratitis punteada superficial: Inflamación de la cornea caracterizada por pequeños puntos dispersos de lesión en la córnea.
Signos y síntomas
Independientemente de la causa final de la queratitis, ésta siempre suele cursas con dolor, fotofobia y mínima pérdida de visión. El diagnóstico es empírico a través de lámpara de hendidura.
Corrección y/o tratamiento
El tratamiento de la queratitis cursa por tratar la causa que lo produzca. En aquellas queratitis producidas por microorganismos, el uso de antivirales y/o antibióticos tópicos suele estar indicado. Puede ser necesario en uso de corticoides tópicos. En aquellas producidas por enfermedades autoinmunes, el tratamiento pasa por combatir la respuesta autoimune del cuerpo. Finalmente, el reposo y el uso de gotas suele estar indicado en todos ellos.
Otras patologías
La patología del queratocono se trata de un adelgazamiento y abombamiento lentamente progresivo de la córnea que comienza entre los 10 y 25 años de origen idiopático.
Signos y síntomas
El principal síntomas es la pérdida de agudeza visual. El diagnóstico se realiza a través de lampara de hendidura y queratometría, topometría corneal y paquimetría.
Corrección y/o tratamiento
El tratamiento general conlleva al uso de distintas lentes correctoras a medida que progresa la enfermedad. En casos graves puede estar indicada la cirugía de transplante de córnea.
Se conoce a ambliopatía a una reducción funcional de la agudeza visual de uno de los ojos provocada por su desuso durante el desarrollo visual. Por lo general suele comenzar antes de cumplir los 2 años de vida pero existe riesgo de desarrollarlo hasta los 8 años de vida. Por lo general, la ambliopatia se encuentra producida por el estrabismo, los errores de refracción y la obstrucción del eje visual.
Signos y síntomas
La sintomatología de la patología suele ser escasa debido a la edad de las personas a las que afecta. El diagnóstico se realiza valorando la agudeza visual en ambos ojos y comparando los resultados. En niños que no pueden comunicarse se hace uso de la fotodetección (técnica que detecta la respuesta del ojo inmediatamente después de una estímulo).
Corrección y/o tratamiento
El tratamiento principal de la ambliopatía cursa con la corrección de la agudeza visual mediante lentes de contacto y la oclusión del ojo sano con el objetivo de desarrollar el ojo infradesarrollado. A menudo, el tratamiento se mantiene entre 1 y 2 años para evitar recaídas.
El diagnóstico precoz de la patología es de suma importancia para evitar sus secuelas.